Aliados para la salud

Isoflavonas de soja

Los isoflavonas son fitoquímicos (fitoestrógenos) que están presentes en alimentos vegetales. Son estructuralmente similares al estrógeno y de hecho, en el organismo, actúan como estrógenos débiles.
El interés en la soja y sus productos derivados se debe a la presencia “significativa” de fitoestrógenos o “fitonutrientes”. Dado que la soja es la única fuente natural de isoflavonas en cantidades nutricionalmente importantes.
En los últimos años tanto la soja como sus derivados han recibido bastante atención al notarse –primero- que las poblaciones asiáticas tenían menor prevalencia de ciertas enfermedades. Posteriormente a esas observaciones, las investigaciones llevadas a cabo, mostraron que el consumo de fitoestrógenos contenidos en las dietas con un alto contenido de soja, están asociadas con la prevención del desarrollo de cáncer de mama y próstata, osteoporosis, enfermedad cardiaca, atenuando también ciertos síntomas típicos de la menopausia.
Esto se debe fundamentalmente a que las isoflavonas poseen una estructura muy similar a los estrógenos del organismo, pero con una acción mucho mas débil que estos, pudiendo en determinadas circunstancias actuar como nuestros propios estrógenos, pero sin muchos de los efectos que estos pueden producir.

¿Cuáles son las Isoflavonas mas conocidas?

Son la genisteína, diadzeína y gliciteína encontradas abundantemente en los porotos de soja y algunos productos derivados.
Lo mas importante en cuanto a estos compuestos naturales es que su consumo regular ejerce propiedades benéficas para la salud:

» Previenen y disminuyen los síntomas menopáusicos.
» Contribuyen a la prevención de la osteoporosis.
» Pueden reducir el riesgo de enfermedad coronaria, cáncer de mama y de próstata.

Un gran numero de estudios epidemiológicos sugieren un efecto protector de estos componentes en relación al desarrollo de estas enfermedades crónicas, principalmente el cáncer de mama, endometrio y próstata. Estos estudios se refieren particularmente al consumo de isoflavonas en las poblaciones asiáticas (promedio 50 mg diarios). En contraste con el consumo de países occidentales, cercanos a un nivel de 2 a 5 mg diarios.
El contenido de isoflavonas varia dependiendo del producto de soja que se trate. La mayor proporción la posee el poroto así como también existen cantidades apreciables en los alimentos bebibles y aderezos a base de soja. Es importante destacar que el procesamiento industrial al que es sometido la soja, eleva la biodisponibilidad de las isoflavonas presentes en el producto final y por ende potencia sus efectos positivos para la salud.

Isoflavonas y síntomas Menopáusicos:

Las isoflavonas presentes en la soja y sus derivados, se están considerando como una alternativa al tratamiento de reemplazo hormonal en mujeres menopáusicas.
Especialmente en lo que respecta al mejoramiento de los principales y mas molestos síntomas de este periodo (oleadas de calor, sudoración, etc.).
Durante la menopausia, se reducen los niveles de estrógenos, llevando a una serie de síntomas incómodos, particularmente la dificultad para regular la temperatura corporal. En esta etapa de la vida, la mujer, atraviesa un importante disbalance hormonal. Los efectos estrogénicos de los isoflavonas, sugieren que estos fitonutrientes, pueden proveer una alternativa natural para aliviar estos síntomas.
Fundamentalmente en los casos en donde esta contraindicada la terapia de reemplazo hormonal o es abandonada por algunos efectos indeseables que se producen en algunas mujeres. En esta situación cobran importancia las opciones dietarias y naturales para manejar los síntomas más comunes de este periodo.
La ingesta regular de productos a base de soja - aún con el uso de estrógenos exógenos- produce beneficios, y no presenta complicaciones. Es importante destacar que en los hombres, el consumo regular de soja y productos derivados, no modifica el perfil hormonal, ni produce otras alteraciones.
Aunque las mujeres pueden disminuir los síntomas postmenopáusicos mediante el consumo de estrógenos exógenos; Se ha observado que una alimentación rica en soja e isoflavonas puede reducir estos síntomas, ya que solo 1/3 de las mujeres asiáticas los reportan.

Las Isoflavones cuidan los huesos:

La osteoporosis afecta normalmente a 1 de 4 mujeres postmenopáusicas y en menos proporción en los hombres en la 3ra edad. Las mujeres tienen más riesgo al tener menor masa ósea y porque la misma disminuye con mayor rapidez después de la menopausia, debido a la falta de los estrógenos. La terapia de reemplazo hormonal es uno de los pilares de la prevención y el tratamiento de la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas.
Los estrógenos tienen un efecto positivo en la formación y mantenimiento de la matriz ósea del organismo. Algunas investigaciones demostraron que los isoflavonas ejercen una importante actividad estrogénica como para promover la formación ósea, inhibiendo los procesos de resorción.

Isoflavonas y enfermedad cardiovascular:

A diferencia de lo que ocurre con la osteoporosis, los hombres son mucho más susceptibles a la aterosclerosis que las mujeres. La susceptibilidad a esta enfermedad, está determinada por una combinación de factores genéticos y ambientales, en los que, sin duda, se incluye la dieta. Si bien son ampliamente conocidos los efectos benéficos que a nivel cardiovascular produce el consumo de la proteína de soja, las isoflavonas presentes tanto en el poroto como en aderezos y bebibles, cumplen un rol aún más importante:
Tienen efectos favorables sobre las concentraciones plasmáticas de lípidos actuando a nivel del colesterol total y sus fracciones: colesterol LDL y colesterol HDL.
Los datos preliminares sugieren que las isoflavonas, en especial la genisteína, ejercen una acción preventiva, disminuyendo la “adhesión” de las plaquetas a nivel de los vasos y una actividad antioxidante. Ambos efectos son factores coadyuvantes en la disminución o prevención de los trastornos cardiovasculares.

Conclusiones:

Estudios hechos desde una perspectiva clínica y epidemiológica, muestran que el consumo regular de isoflavonas, es bien tolerada, segura y fundamentalmente produce beneficios para la salud. De modo que estas sustancias actúan:

» Como estrógenos naturales.
» Como sustancias capaces de disminuir la acción de enzimas promotoras de ciertos tipos de cáncer.
» Como antioxidantes, en la prevención de la enfermedad cardiovascular.
» Como sustancias que incrementan los procesos inmunológicos en el organismo.

Por todas estas razones es muy importante – particularmente en las mujeres que entran en la etapa menopáusica- , tener una alimentación variada que incluya alimentos con soja y derivados. Los principios activos de la soja, en especial las isoflavonas, como se ha detallado en este articulo, constituyen un elemento fundamental en periodo, debido a su efecto hormonal de acción estrogénica y de prevención de la osteoporosis así como la protección cardiovascular de la cual pueden beneficiarse tanto las mujeres como los hombres.
En la línea Sojola, se encuentra el aderezo a base de proteína de soja. 100 g aporta 2,3 mg de isoflavonas de soja.

Realización: Lic. Silvia Squillace